ROMPIENDO MOLDES PRECOCINADOS

LA GRAN MENTIRA SOBRE LAS GRASAS

Desde la aparición del Estudio Framingham, las grasas y el colesterol han sido vistas con lupa por nuestros expertos sanitarios. Y teniendo en cuenta que las enfermedades cardiovasculares y los Ictus son la primera causa de muerte mundial, es normal. ¿Pero qué pasaría si todo esto hubiera sido un gran error, o un buen plan, realizado por la industria alimentaria Estadounidense sustituyendo las grasas por los carbohidratos como una opción saludable?.

Está bastante claro que estas recomendaciones no nos han valido demasiado para mejorar la salud. Solo hay que observar el nivel de obesidad que existe.

Estudios recientes demuestran que la grasa en general no es el problema y las grasas saturadas en particular tampoco.

De hecho la grasa es necesaria en nuestro organismo, entre otras porque es la fuente primordial de energía para alimentar el cerebro, órganos vitales, músculos… y proteger nuestras células del exterior alimentando la bicapa lipídica.

La grasa y su exceso siempre se ha relacionado con el exceso de colesterol. El colesterol LDL “el malo” y su aumento se ha relacionado con el aumento del riesgo cardiovascular, y parece que la grasa saturada lo aumenta, pero también hace que aumente el colesterol HDL “el bueno” y que disminuyen los triglicéridos en sangre “los a tener en cuenta”. Por tanto muy mala no debe de ser esta grasa. (La saturada).

Por otro lado, hay que tener en cuenta que no todo el LDL es igual, ya que los últimos trabajos han detectado que el tamaño importa. Sí, y en este caso así es porque las partículas grandes de LDL diminuyen el riesgo cardiovascular y las partículas pequeñas aumentan riesgo cardiovascular y la inflamación. Sin embargo, los análisis de sangre actuales no discriminan entre los dos tipos de LDL.

En resumen, lo importante es tener los TG por debajo de 100mg/dL y el HDL por encima de 65mg/dL.

La fuente originaria de la grasa tienen gran importancia: el aguacate, mantequilla, chocolate puro, frutos secos, pescado azul, carnes, aceites vegetales de buena calidad…

Se trata de consumir alimentos de verdad, evitando los preparados y ultraprocesados.